Por quinta ocasión, no al seguro obligatorio contra terceros
El presidente Arévalo, con la implementación del Seguro contra terceros, se lanzó al vacío esperando caer bien. Es una apuesta de 50-50. Es decir, hay población que está de acuerdo con la implementación de este seguro contra terceros, porque hay tanta irresponsabilidad de parte de los que conducimos un vehículo. Si el parque vehicular en nuestro país —hoy— es de más o menos 5 millones 925 unidades y de estos, más del 50% es de motocicletas, entonces diremos así, a grosso modo, que, más de 6 millones de personas guatemaltecas, estamos manejando un vehículo.
El seguro contra terceros, no es nuevo, está en el Dto. 132-96 LEY DE TRÁNSITO. La pregunta del millón es: ¿De los 6 millones de personas que manejamos y conducimos un vehículo, alguna vez en nuestra existencia como conductores, hemos leído su contenido?
El 80% de los que manejan una motocicleta no tiene licencia de conducir, entonces estamos diciendo que 240 mil personas andan a lo largo y ancho del país infringiendo la ley, fácil es deducir la causa de tanta muerte de personas conduciendo una motocicleta. ¡Qué terrible!, igual pasa con los conductores del transporte pesado y buses colectivos, es otra historia tenebrosa, un claro ejemplo de ello es lo ocurrido apenas unas semanas, el accidente del bus donde fallecieron 54 personas en la ciudad Capital, el chofer apenas tenía 25 años y el bus más de 30 años de servicio.
Podría enumerar tantos y tantos desastres viales ocurridos en las carreteras de nuestro país, específicamente de Quetzaltenango a Totonicapán, por la irresponsabilidad del conductor, del peatón y la complicidad del agente o autoridad de tránsito. Por eso, desde mi perspectiva y criterio, es urgente y necesario que el transporte pesado de carga y transporte colectivo de pasajeros, debe adquirir ese tipo de seguro, la responsabilidad que conlleva su trabajo -están transportando vidas humanas-, ello implica el derecho humano de las personas que van dentro de un bus. También el transporte pesado, es implícita su responsabilidad, casi la mayoría de este transporte —cabezales— por la ineficiencia de la autoridad, lleva el doble de su capacidad de carga, generando con ello, un peligro latente para los demás vehículos.
Casi al término de escribir esta columna de opinión, el presidente de la República —Bernardo Arévalo— da marcha atrás con los acuerdos gubernativos que obligaban a la adquisición de este tipo de seguro. Bueno, es preciso tomar en consideración dos cosas. El pacto de corruptos, está al acecho, aprovechando cualquier resbalón para derrumbar la institucionalidad, casi lo logran. Entre los manifestantes claramente había gente infiltrada.
Valoro enormemente la sapiencia de las autoridades indígenas y gobiernos ancestrales de varios pueblos -municipalidad indígena Ancestral del pueblo K´iche de Santa Lucía Utatlán, Sololá, las 14 comunidades de San Cristóbal Totonicapán, Parlamento Xinca, Chichicastenango, Santa Catarina Ixtahuacán, Municipalidad indígena de Sololá y alcaldía indígena de Nahualá, para abordar esta crisis, y solicitar al pueblo de Guatemala, guardar la calma y no dejarse sorprender por la manipulación de este caso, por el pacto de golpistas compuestos por varias bancadas de diputados corruptos. Pues sí, los menos indicados para hablar de carencia económica y estar supuestamente del lado del pueblo son los diputados corruptos, es inmoral e indecente su actitud.
Después de la derogación de los acuerdos gubernativos, No. 46-2025; 47-2025; 48-2025 y 49-2025 esperamos de los diputados dos cosas: Que renuncien al 127 % de su salario, porque el pueblo se los está pidiendo; que legislen una nueva Ley de Tránsito que castigue con todo el peso de la ley a los conductores irresponsables del transporte pesado de carga y transporte colectivo, así mismo, a los que conducen una motocicleta.
A veces, para avanzar, hay que dar un paso al costado. —Desconocido—
Arnoldo Soch Tzul
Contador Público y Auditor, asesor financiero y fiscal de pequeñas y microempresas, exalcalde comunitario, auditor social desde hace más de 25 años.
Esta noche recibimos a las reinas nacionales e internacionales
Esta semana quisimos recibirlas como lo merecen: con buena comida, música y la calidez de una ciudad que sabe ser anfitriona.
Hoy quiero expresar un profundo agradecimiento a las reinas nacionales e internacionales que nos honran con su presencia en Quetzaltenango. Gracias por aceptar la fiesta de bienvenida que, con entusiasmo, hemos preparado desde La Voz de Xela y nuestros patrocinadores.

César Pérez Méndez
Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Usac), con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación (Usac). CEO de La Voz de Xela, profesor universitario y conferencista.
Despedidas de graduandos: un legado en Quetzaltenango
Estas despedidas se realizan el 15 de septiembre, después del desfile, y son invaluables para los graduandos y para quienes cambian de centro de estudios.
La sociedad guatemalteca se debate entre quienes celebran la Independencia que lograron los criollos que vivían en Guatemala respecto a la corona española y quienes no le dan importancia a este acontecimiento, por considerar que la población no es independiente y que no están dadas las condiciones en el país para ser soberano.
Existe una parte de la población que sí celebra las fiestas de Independencia con el mejor de sus esfuerzos; esta se representa en la niñez, adolescencia y juventud, para quienes estas fechas no son una conmemoración de Independencia, sino un cambio en su vida académica. Son comunes los ensayos de las bandas escolares, batonistas, gastadores y comitivas de desfiles en escuelas, institutos y colegios.
Lejos de las posturas que están en contra de los desfiles, para estos jóvenes y niños, estas fiestas no significan solo una actividad más de conmemoración. Muchos esperan la despedida de quienes ya no continuarán en su centro educativo, ya sea porque irán a otro o ingresarán a la universidad. Estas despedidas, en cada centro educativo, están llenas de nostalgia, tristeza, recuerdos imborrables y del significado del cambio de comandancias, abanderados, entre otros.
Estas despedidas se realizan el 15 de septiembre, después del desfile, y son invaluables para los graduandos y para quienes cambian de centro de estudios, pues representan decir adiós a la vida escolar conocida hasta ese momento, sabiendo que nada volverá a ser igual y que esos años vividos son los mejores y nunca regresarán.
En estas despedidas, hasta quien se cree el más hombre o la mujer más fuerte lloran; son esperadas por todos estos niños y jóvenes, quienes tienen todo el derecho de seguir transmitiendo este legado a las futuras generaciones. Por estas razones, los exalumnos vuelven cada año a ver la despedida y sentir que aún pueden revivir esos recuerdos en el corazón.

Vilma del Rosario Xicará
Con más de 20 años de experiencia en finanzas, auditoría pública, impuestos y rendición de cuentas. Docente universitaria, Contadora Publica y Auditora, y Dra. en Auditoría Gubernamental y Rendición de Cuentas y Transparencia en la función pública.
Opinión15 de Septiembre
Distribución de cargas a nivel empresarial
Idea sencilla: distribuir los recursos con justicia y un propósito claro ayuda a que la empresa funcione de forma más equilibrada y sostenible.
La distribución de cargas es una forma de usar mejor los recursos de la empresa. Consiste en repartir tareas y servicios entre equipos y sistemas para que todo funcione sin atascos y con menos riesgos.
Qué significa a nivel empresarial:
- Poner las tareas adecuadas en el lugar correcto.
- Evitar que una parte se llene de trabajo y otra quede vacía.
- Mantener las cosas funcionando incluso si hay cambios o hay fallos.
Ideas fáciles de seguir:
- Ver todo: conocer qué tareas hay, quién las usa y qué dependen de ellas.
- Priorizar: decidir qué es lo más importante y cuánto tiempo debe durar.
- Ajuste dinámico: mover recursos cuando aumenta la demanda o hay un problema.
- Confiabilidad: usar diferentes proveedores o rutas para no depender de una sola.
- Medir y planear: medir tiempos de respuesta, uso de recursos y cuánto tarda resolver problemas; hacer cambios de forma ordenada.
Qué beneficios trae:
- Menos costos y uso más eficiente.
- El cliente nota mejor experiencia y entregas más rápidas.
- La empresa puede adaptarse mejor a cambios y amenazas.
Deuteronomio 16:17
"Cada uno dé lo que tenga para dar según la bendición del Señor vuestro Dios, que os haya dado".

Edwin Ibarra
Médico Especialista en Cardiología y Ecocardiografía. Coach, conferencista y entrenador certificado por el Programa de John Maxwell, Pastor de la Red de Empresarios y Profesionales de Iglesia Bethania Quetzaltenango. Fundador de los Proyectos “Sanando el Corazón” y “Discipulado Empresarial 20/20”.
OpiniónLiderazgo
Lo que necesitas y no necesitas en tu closet
Inevitablemente, en su mayoría las mujeres caen en las compras compulsivas dictadas por temporadas, descuentos especiales, modas o tendencias. Los hombres, por el contrario, la gran mayoría no presume de falta de espacio en su parte del closet, son más prácticos y menos compulsivos en cuanto a prendas de vestir o accesorios. Sin embargo, cuando se trata de reorganizar el closet, se debe evaluar lo que está bien y lo que no. Podemos ajustarnos a ciertos detalles. ¿Qué necesitamos conservar?
1. Ropa que te hace sentir bien. Sin seguir modas o tendencias, que se ajusten a tus medidas y te hagan proyectar quién eres.
2. Prendas básicas. Que te permitan crear variedad de atuendos para oficina, trabajo o área social.
3. Prioriza calidad sobre cantidad. Para un closet funcional, la calidad es necesaria en tus prendas y accesorios.
4. Accesorios clave. Incluye zapatos para diferentes ocasiones, bolsas en buen estado, colores neutros y diseños que comuniquen tu personalidad. Bufandas, cinturones y joyería que eleven tus atuendos.
Lo que no necesitas
1. Prendas que no usas hace más de un año. Puede ser porque ya no te identificas con ellas, porque no es tu talla o simplemente le perdiste el gusto.
2. Prendas dañadas o desgastadas. Aquellas que ya no tienen reparación o muy deterioradas, debes eliminarlas.
3. Prendas que ya no se adaptan a tu estilo. Quizá fueron compras compulsivas, regalos o las de “ocasiones especiales” que nunca usas.
Puedes donar, vender o intercambiar, un closet bien organizado no solo optimiza el espacio, sino también facilita las decisiones de tu día a día y de futuras compras relacionadas con tu estilo y personalidad. Recuerda que, en los pequeños detalles, está el poder de tu imagen.

Carol Contreras
Coach de Imagen
Verse bien no es sinónimo de estar bien
En el mundo moderno estar bien se traduce en verse bien, por lo general si una persona ve a otra persona físicamente bien asocia el bienestar por la forma en la que la percibe, sin embargo, es importante resaltar que estar bien está íntimamente relacionado con la salud física, mental a sentirse satisfecho con la vida y tener un sentido de propósito, el concepto de estar bien puede variar en cada persona, ya que es algo muy subjetivo.
El deseo de Dios es que usted viva bien, pero debe entender que abarca todos los aspectos de su vida, por lo que constantemente es bueno realizar una autoevaluación del estado en el que se encuentra. Constantemente las personas se enfocan en sentirse bien físicamente, en relaciones laborales, familiares, pero en pocas oportunidades involucran tiempo para cuidar la vida emocional y espiritual, ahora bien, estos aspectos dependen si o si de la persona y no hay poder humano ni divino y discúlpeme si cree estoy cometiendo una herejía, lo que quiero expresar es que para todo debe haber una dosis de voluntad propia.
Recientemente, platiqué con una persona quien decía que oraba mucho a Dios porque su esposo cambiara hábitos y temperamento lo que provocaría según ella el bienestar de él y de toda la familia, con mucho aprecio le respondí: el problema es que Dios siempre va a querer, el tema es cuánto quiere el esposo rendir su voluntad a los deseos y propósitos de Dios.
Estar bien ¡está íntimamente ligado a la conexión con Dios!, y no me refiero a asistir con regularidad a una iglesia, trabajar en un ministerio como quien asiste a un gimnasio con regularidad para desarrollar su cuerpo, me refiero a permitir que sea Dios el instructor personalizado de nuestro caminar y de nuestra parte rendir la voluntad para hacer las mejores elecciones que evidentemente provocaran un bienestar.

Silvia Morales Paniagua
Docente de nivel primario y básico con Especialidad en Ciencias Naturales. Licenciada en Administración Educativa y Magíster en Educación Superior.
Rema mar adentro
“Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Rema mar adentro, y echen sus redes para pescar. Simón replicó: Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero confiando en tu palabra echaré las redes. Entonces Jesús le dijo a Simón: no temas; desde ahora serás pescador de hombres”, (Lc 5, 1-11). Pedro echa las redes y pesca mucho.
Este mandato de Jesús a Pedro lo hemos meditado muchas veces. El fracaso de los discípulos era evidente. Venían cansados y desmotivados. Sus esfuerzos habían sido inútiles. Esta experiencia de vida podemos experimentarla también en nuestra vida. En más de alguna ocasión hemos pensado que los esfuerzos que hemos puesto en nuestro trabajo son en vano, porque nadie se da cuenta y nadie los valora. Trabajamos y trabajamos y nada.
Los padres de familia posiblemente experimentan esto con sus hijos. Les hablan y les hablan a sus hijos, y parece que sus hijos nos les hacen caso; y siguen haciendo lo que desagrada a Dios. En un trabajo, podemos experimentar esa frustración al ver que nuestro trabajo no es recompensado como nosotros queremos. Un estudiante puede pensar que, por más que se esfuerce, su dedicación no da fruto. Es posible que ante estas experiencias de vida haga falta algo: trabajar, estudiar y educar en nombre de Dios. Pedro dice: en tu nombre voy a echar las redes. Y las echa, y la consecuencia es una pesca milagrosa.
Nosotros, los que creemos en Cristo, tenemos que desempeñar nuestra misión, en el nombre de Dios. Tenemos que poner toda nuestra confianza en Dios que todo lo puede. Pero para que Dios haga milagros, es preciso creer en él. Caso contrario, las frustraciones y decepciones continuarán. “En tu nombre”, dice Pedro. Pedro no confía en su experiencia de pescador ni en sus habilidades. “En tu nombre”, voy a echar las redes.
Además de echar las redes en nombre de Jesús, Jesús le dice: “rema mar adentro”. Ese remar mar adentro, se entiende en dos sentidos. Remar hacia mi interior y ver mi vida como laico, sacerdote o consagrado. Pero significa también ver hacia fuera, ver nuestra vida comunitaria y parroquial. Significa ver nuestra empresa, nuestro negocio. Significa ver nuestra relación de pareja y como familia. Este remar mar adentro es una invitación para continuar buscando a Dios en lo más profundo de nuestro ser, y en la realidad sociopolítica en la que vivimos.
Por eso es que ese “remar mar adentro”, es una invitación para ver también la situación actual de la sociedad en la que vivimos. Guatemala aún está en manos de corruptos y gente interesada en sus propios proyectos. Pero en este mar, en este país, posiblemente hay muchos “peces” hambrientos y sedientos de la palabra de Dios. Remar mar adentro es una invitación para descubrir a los sedientos, a los que están sumidos en la depresión y la soledad. Esos peces sedientos de amor y paz pueden ser nuestros hijos, nuestra pareja y/o nuestros trabajadores.
Así como Jesús necesitó a Pedro para echar las redes, así también nos necesita en pleno siglo XXI para que rememos mar adentro y pesquemos a tantas personas que están sufriendo a causa de la injusticia, la corrupción y la falta de generosidad y amor por parte de los opresores de este tiempo. Para asumir con responsabilidad esta misión tenemos que estar dispuestos a “dejarlo todo”. Hay que dejar el egoísmo, el autoritarismo, el odio, la envidia y el resentimiento. Hay que dejar esa mentalidad negativa y pesimista. Hay que dejar ese ensimismamiento que no nos permite ver más allá. Dejemos nuestra falta de fe y confiemos en que sí es posible conocer la realidad y transformarla.

P. Orlando Pérez
Sacerdote católico, Licenciado en Teología, Licenciado en Psicología General, catedrático universitario, con una maestría en Docencia Superior Universitaria.
Datos o creencias
Entre más real percibas la realidad, mejor te relacionas con ella.
Había una vez un perrito hogareño que estaba a la puerta de una casa que estaba a orillas de la ciudad, de pronto un puma que se acercó lentamente, el perrito, al verlo, se comportó juguetón y gracioso, como invitándolo a ser amigos. De pronto el puma le atacó, el perrito peleó por su vida y logró zafarse. Los humanos lograron salir de la casa y el puma corrió al bosque. Este perrito percibió erróneamente la situación, dejó en segundo plano su instinto de sobrevivencia y su instinto protector canino.
Usted puede ir caminando por una calle oscura y ver venir a un hombre grande, feo y mal vestido, e inmediatamente entrará en modo alerta. O si aparece una pareja de ancianos que se les arruinó el carro, automáticamente se confiará e incluso querrá ayudarlos. A veces formamos en nuestra mente una representación equivocada de la realidad.
Nuestra mente utiliza heurísticos, atajos mentales, para decidir con pocos datos si una situación es peligrosa o confiable, si alguien es amigo o enemigo. Inicialmente, va a pensar mal y luego de analizar bien los datos, ya se podrá calmar. Y ese análisis posterior es el que le ayuda a percibir mejor la realidad concreta para relacionarse mejor con ella. Sin embargo, hay creencias que se han catalogado como datos y permanecen ahí.
En nuestro interior, les ponemos valores a las personas y luego se los exigimos. Cuando no cumplen con nuestras expectativas, les reclamamos por decepcionarnos, luego nos sentimos pesimistas. A veces cuando iniciamos un proyecto, para elevarnos el ánimo, queremos creer que nos va a ir muy bien. Damos por sentadas esas creencias que luego no encajan con la realidad.
Las creencias religiosas aumentan cuando más aumenta el miedo. Para salvarnos de la amenaza que aparentemente percibimos, nuestra mente quiere controlar a un ser superior, para que controle la realidad, principalmente la futura. Si la imaginación catastrófica se cataloga como realidad, empezamos a experimentar en el organismo todos los síntomas del miedo. Ahora, al sentirnos así, nos da miedo el mismo miedo.
Todos tenemos creencias y, como ya han entrado en nuestro almacenaje, no las cuestionamos. Algunas especulaciones son inocuas, pero otras nos impiden vivir, nos hacen daño y hacen daño a los demás. Hay suposiciones tan arraigadas porque llevan mucho tiempo con nosotros. Como la superioridad o inferioridad racial, religiosa, económica; como las supersticiones; como las conspiranoias, que nos hace creer que todo está perdido y que nada se puede hacer.
Lo más sano es que coloque las creencias en el apartado de las creencias y los datos, en el apartado de los datos, catalogándolos como tal. Siendo explícito en nombrarles así cada vez que se comunique con los demás. Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “Las creencias de los otros te parecen ridículas, pero ellos también se ríen de tus creencias”.

Oswaldo Soto
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental.
Una lista de cosas que solo los quetzaltecos podemos experimentar
Ver la ciudad de lejos, durante una noche o una madrugada mientras se viaja, es también otro de los efectos que solo los de esta tierra podemos experimentar.
Este mes, en que el fervor patrio acapara la atención social de muchos, siempre es prudente hacer unos apuntes sobre lo que considero es sentir lo aún indefinible de la patria del Sexto Estado de Los Altos para un quetzalteco.
Si algo compartimos muchos quetzaltecos, y quienes amamos a Quetzaltenango, es esa sensación inexplicable de escuchar Luna de Xelajú en cualquier momento del día, y más aún cuando estamos fuera de la ciudad. Sea en la versión que sea, hay una ligera vibración en la piel que se mezcla con el orgullo y enciende pasiones.
Ver la ciudad de lejos, durante una noche o una madrugada mientras se viaja, es también otro de los efectos que solo los de esta tierra podemos experimentar. No sé si esté de acuerdo, querido lector, pero personalmente me da una saludable nostalgia ver la ciudad de nuestros amores desde otra perspectiva.
Hay otro encanto en contemplar el baile del son al ritmo de la Marimba. Personalmente, me gusta el movimiento del corte quetzalteco al compás de Noche de Luna entre Ruinas y, más aún, el del Nim Pot; parecieran olas que vienen y van, como si ordenaran las cosas del mundo.
Otra es la emoción de revivir los goles de Xelajú MC. El grito del gol en las repeticiones provoca una ligera alegría y emoción, sobre todo, recientemente, en las finales. El bullicio es en verdad ensordecedor y, para una ciudad con tantos problemas, rozar la euforia es un respiro de alivio.
Así se podrían seguir enumerando muchas más sensaciones, infinitas quizá, que solo los quetzaltecos o los que amamos Xela podemos experimentar. Pero quiero cerrar con una totalmente personal: salir a trabajar durante los últimos meses del año, caminar hacia mi destino y sentir el viento helado, demasiado helado, refrescándome el alma.

José J. Guzmán
José J. Guzmán (Quetzaltenango, 1993). Licenciado en Comunicación Social. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Tiene un libro de poemas publicados: “La Escena Absoluta” (2012).
OpiniónQuetzaltenango
Amor sano o relación tóxica
Es importante comprender que tanto hombres como mujeres pueden experimentar relaciones tóxicas.
En los últimos años, han destacado noticias sobre personas desaparecidas por su pareja, casos de maltrato y discusiones de pareja en espacios públicos, así como muchas otras historias. Estas situaciones han existido desde siempre, pero se han vuelto más visibles gracias a las redes sociales. Así como vemos estos escenarios desagradables, también encontramos imágenes de parejas que aparentan estar bien y felices, pero que ocultan una triste realidad: vivir dentro de una relación tóxica.
Es importante comprender que tanto hombres como mujeres pueden experimentar relaciones tóxicas, aunque los medios suelen mostrar mayor vulnerabilidad en las mujeres. Ante estas situaciones, surge la pregunta de por qué las personas soportan vivir en relaciones tóxicas; muchas de ellas tienen un trasfondo que nunca se exterioriza.
Existen dos tipos de relaciones: las relaciones sanas se caracterizan porque, aunque surjan problemas, las parejas saben solucionarlos de manera adecuada y trabajar por un ganar-ganar. En cambio, las relaciones tóxicas se desarrollan en un contexto de competencia y se convierten en un perder-perder.
Es necesario comprender que no existen relaciones ni personas perfectas. También se debe entender que el amor no es sinónimo de sufrimiento y que, cuando se está con una persona que no aporta sentimientos positivos a la relación, no se trata de la relación correcta.
Una persona en una relación tóxica normalmente se siente ansiosa, percibe rechazo, siente miedo, no está tranquila, tiene constantes ideas de duda y alarma, y cree necesitar a la otra persona para ser feliz; sin embargo, no se siente amada.
Estas personas permanecen en relaciones tóxicas por la esperanza de que algo cambie, por miedo, por ser chantajeadas o por baja autoestima; este es el estereotipo que conocen de relación.
Si desea saber si se encuentra en una relación sana, puede evaluar si se siente de la siguiente manera:
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Existe respeto y confianza entre ambas personas.
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Son honestos el uno con el otro y no se ocultan nada.
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Se apoyan mutuamente en las actividades y gustos de cada uno, aunque la pareja no comparta esos intereses.
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Respetan los límites personales, emocionales, físicos y sexuales de la pareja.
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Se sienten cómodos al expresarse sin miedo a represalias.
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Ninguno controla o manipula al otro y se respeta la libertad de cada persona.

Crysta Nowell
Psicóloga Industrial / Organizacional, Magíster en Gestión del Talento Humano, asesora en procesos de recursos humanos, capacitadora y especialista en reclutamiento y selección de personal.
OpiniónPsicología