Hora de Xela
“La puntualidad tiene que ver con el hecho de valorar tu tiempo y sobre todo el de los demás. Este valor es visto como un signo de consideración hacia las personas que se encuentran esperando. Tanto es así que en algunas culturas la impuntualidad significa desprecio por el tiempo de otra persona y se puede considerar como un insulto”. Este medio tiene como propósito generar iniciativas que generen impacto positivo en el desarrollo personal, y como consecuencia de ello, mejorar las condiciones de vida de la comunidad y ciudad. Los valores ciudadanos son esenciales para ello, repasemos estos mandamientos del buen vivir, que permitirá ser mejores quezaltecos, sobresalientes guatemaltecos y seres humanos extraordinarios. 1. Responsabilidad Este es el valor ciudadano más importante de todos. La responsabilidad tiene que ver con las obligaciones que tiene toda persona con respecto a las decisiones que toma y con las consecuencias que estas pueden generarle. Cada acción que se toma tiene una repercusión en la sociedad. Y la responsabilidad se basa en analizar cada uno de estos actos y hacerse cargo de ellos. Por ello, es esencial concienciar a los más jóvenes sobre las consecuencias que pueden generar sus acciones y de cómo deben responsabilizarse de ellas. El medio más idóneo de propiciar respeto es el hogar, cumpliendo nuestra función de padres, hijos, hermanos, estudiantes, profesionales con mucha dedicación, no hay que olvidar que una empresa al momento de decidir por un profesional, intenta reclutar al “mejor”, el segundo y los demás deben someterse a pruebas. 2. Respeto Para que la responsabilidad tenga vigencia es necesario propiciar respeto. Este es el valor que permite que una persona pueda aceptar y apreciar las cualidades que tienen otras personas, así como sus defectos. El respeto es entender que más allá de ‘mis derechos’ y ‘mis libertades’, también existen los derechos y las libertades del prójimo. Aquí tenemos trabajo la mayoría de nosotros, en detalles como estos: ¿Somos capaces de ceder la vía? ¿Damos preferencia al peatón en relación al auto? Entre otras actitudes donde el respeto a los demás constituye el medio de expresión de nuestra calidad humana. 3. Honestidad Las personas estamos capacitadas para distinguir el bien del mal. Ya lo dijo la gran Violeta Parra, “gracias a la vida que me ha dado tanto. Me dio dos luceros, que cuando los abro perfecto distingo lo negro del blanco”. Entonces por qué nos equivocamos de vez en cuando, quizá no valoramos de lo que somos capaces, esta capacidad se conoce con el nombre de ‘conciencia moral’. La honestidad es entonces una cualidad humana que consiste en vivir y expresar esa conciencia. Es básicamente comportarse con coherencia y sinceridad. Esto quiere decir que lo que dices debe estar alineado con tus actos. Al ser honesto se demuestra respeto por uno mismo y por las demás personas. 4. Colaboración Siendo los valores ciudadanos el principal componente para mantener relaciones sociales armoniosas, la cooperación no puede pasarse por alto. La cooperación no es más que la asistencia que se ofrece para llevar a cabo un trabajo en común. Se hace para cumplir un objetivo compartido. Tal y como ocurre con el resto de los valores, se trata de hechos sociales que se producen en el entorno en el que se desenvuelven las personas. Debiendo tener claro algo muy puntual, “ser parte de la solución y no del problema”, al cuestionar sobre lo que la ciudad y sus autoridades hacen por nosotros, preguntemos primero: ¿Qué hacemos por cambiar esa realidad? 5. Solidaridad Para convivir de forma armoniosa en sociedad es necesario que exista la solidaridad. Este valor consiste en prestar ayuda a otras personas sin importar cuál sea su religión, su cultura, su género o postura política. Con la práctica de la solidaridad se crean lazos sociales que unen a los distintos miembros de una sociedad. Este valor implica tener sentimientos como el afecto, la empatía, el sentido de justicia y la ayuda desinteresada. Además, la solidaridad es lo que permite que se lleven a cabo acciones concretas que respondan de manera favorable a las necesidades de los conciudadanos. Pienso que este valor es propio de nosotros, en cada acción, si somos capaces de expresarlo, en el abrazo sincero, en la armonía del trabajo o en la plática cotidiana mientras compartimos la mesa. 6. Humildad Otro valor esencial para vivir tranquilamente en sociedad es la humildad. Esta puede definirse como la ausencia de soberbia. Las personas humildes se caracterizan por ser modestas, por expresar respeto por las demás personas y no sentirse más importante que otros debido a sus logros. Esta virtud también consiste en conocer las limitaciones y debilidades propias, y actuar de acuerdo a tal conocimiento. Sin embargo, el concepto de humildad muchas veces se distorsiona. Parece que incluso si se deja de lado la ostentación, no es posible mostrar los méritos propios, ya que no todo el mundo está preparado para afrontar lo que otros han logrado. Si no cultivamos la humildad, no podremos disfrutar la satisfacción de las cosas, que en ese caso nos proporcionará un orgullo bien ganado. 7. Lealtad Un valor esencial para la convivencia armoniosa con otros es la lealtad. Esta virtud se desarrolla en la conciencia e implica cumplir con un compromiso adquirido, incluso frente a circunstancias adversas o cambiantes. Se trata también de estar comprometidos con lo que creemos y con las personas en quien creemos. La lealtad está asociada a la confianza. Ser leal significa ser digno de confianza. Quien no es leal no puede ser un buen ciudadano, porque su comportamiento no va en consonancia con las acciones que permiten una buena convivencia en sociedad. No hay satisfacción más grande que ser leal, consigo mismo, con la familia, con los padres, con los amigos, con el trabajo y sobre todo como dicta nuestro mandamiento chapín, “primero Dios”. 8. Tolerancia La tolerancia es un valor íntimamente relacionado con el respeto. Se trata de la capacidad para aceptar la diversidad de opinión, social, cultural, étnica, política y religiosa. También tiene que ver con el saber escuchar y aceptar a las demás personas tal y como son, sin juzgarlos. Gracias a la tolerancia se puede vivir en una sociedad donde se respeten las diferencias de cada persona, desde su pensamiento hasta sus acciones. Pero, a pesar de lo mucho que ha evolucionado el mundo y las sociedades que lo componen, la tolerancia es un valor ciudadano ausente en muchos lugares. 9. Justicia La justicia es uno de los valores que tiene mayor relación con la convivencia armoniosa de los ciudadanos. Se basa en el conjunto de reglas y normas que se establecen para que puedan existir relaciones adecuadas entre personas e instituciones. Esta es la que permite autorizar, prohibir o permitir acciones específicas en la interacción que ocurre entre individuos e instituciones. En pocas palabras, este valor tiene que ver con la concepción de lo que es bueno para todos los que conforman una misma sociedad. En la práctica, su finalidad es reconocer qué es lo que le corresponde y le pertenece a cada persona. A través de la justicia se respeta el derecho de los individuos, se recompensa su esfuerzo y se garantiza su seguridad. 10. Puntualidad La puntualidad tiene que ver con el hecho de valorar tu tiempo y sobre todo el de los demás. También se trata de la capacidad de poder finalizar una tarea o una obligación antes o en el plazo que se ha establecido para ello. Este valor es visto como un signo de consideración hacia las personas que se encuentran esperando. Tanto es así que en algunas culturas la impuntualidad significa desprecio por el tiempo de otra persona y se puede considerar como un insulto. Este servidor propone que desde hoy iniciemos con un proceso que debe crear habito, y este es, #HoradeXela, es decir, que todas las actividades inicien a la hora acordada, con el número de personas presentes, de inicio esto afecta a quienes no se acostumbran, pero una vez implementado, seguro permitirá ser más competitivos como ciudad, y porque no, como país. 11. Orden Este es un valor que se aprende en casa desde muy pequeños, y se trata de una idea que acompaña a las personas durante el resto de la vida. Además, es un comportamiento que se extrapola a los demás ámbitos de la vida. El orden no solo se refiere a la organización de lo material, sino también a la forma en la que se organizan las ideas y a la manera en la que se conduce la vida en líneas generales.
Marco Buestán
5 tendencias de otoño que puedes lucir en tus atuendos
Esta temporada invita a experimentar con prendas, colores y texturas, logrando atuendos de impacto y con mucho estilo. Puedes buscar en tu closet prendas básicas a las cuales agregar toques de tendencia que permitan darle modernidad a tus “looks”. A continuación, te comparto 5 tendencias para experimentar en el día a día o si lo prefieres para ocasiones especiales.
1. Chaquetas de cuero: es una prenda funcional y queda bien con todos los estilos, completando con atuendos base adecuados que permitan comunicar tu esencia.
2. Toques borgoña: un color en tendencia, que puedes agregar en prendas clave como un pantalón, una bolsa, cinturón o una prenda de transición, le darás un toque elegante y moderno.
3. Tenis en tono marrón: para las que buscan comodidad, pero estar a la vanguardia, podrás observar algunos diseños “vintage” en este color, dándole un toque especial a tu imagen. Puedes llevarlos en “looks” con prendas más estructuradas como un blazer o para uso con vestido siempre serán una gran opción.
4. Estampado de vaca: si buscas originalidad, este estampado se ha vuelto un complemento con mucho estilo para esta temporada, predominando en tonos marrones y claros. Si quieres intentar, agrega pequeñas dosis a través de accesorios como, pashminas, zapatos, una blusa básica, y acompaña en tonos neutros para equilibrar la atención visual.
5. Abrigos en Ante: textura, color y estilo para agregarlo a tus días. Es una prenda funcional para esta temporada donde el clima invita a estar abrigados. Es una tela suave, lujosa e ideal para elevar cualquier look.
La moda es una forma de expresión y te permite moverte de tu zona de confort para crear atuendos con mucha personalidad. Recuerda que en los pequeños detalles está, el poder de tu imagen.

Carol Contreras
Coach de Imagen
El recuento de los daños
No, no me refiero a la canción de Gloria Trevi, tampoco a la película argentina del director Inés de Oliveira Cézar, pero, sí a la acción de medir los efectos tanto positivos y sobre todo negativos que causó la independencia del 15 de septiembre de 1821, decisión tomada por una decena de “ilustres próceres” de aquellos años.
La élite –económica y política- independista, sabía que, si no lo hacían ellos, el pueblo –de las cinco provincias- lo iba a hacer; en ese sentido, apresuraron la redacción de su acta de independencia a tal punto que, omitieron el numeral nueve, la pregunta del millón es, lo hicieron sin propósito o es parte de las tranzas que hacen los políticos.
Pero, el recuento de los daños, desde mi particular punto de vista, empieza desde el momento mismo del “descubrimiento de estas tierras”, 12 de octubre de 1492. Desembarcaron trigo, cebada, caña de azúcar, entre otros, pero, con el tiempo, se llevaron a Europa, maíz, papa, cacao, y por supuesto, metales preciosos. Lo más terrible fueron las enfermedades como viruela, sarampión, gripe, tifus, peste bubónica, influenza, etc. El efecto de estas enfermedades fue catastrófico a tal punto que, murieron millones de indígenas, incluso, ayudó a que la invasión fuese más fácil.
Por supuesto, las etapas más brutales de la invasión fueron de 1492 hasta 1560 inclusive, los daños fueron severos, tanto en la pérdida de vidas, como en bienes materiales, incluso, cuenta la historia que gran parte de lo saqueado en nuestros territorios, fue utilizado por la corona española para financiar su deuda y guerras. Lo que pasó en 1821 –independencia- fue simple y sencillamente cambio de dueño, cambio de propietario de las grandes extensiones de tierras, de esclavos, mozos, etc., no hubo nada trascendental que beneficiara a los pueblos indígenas, al contrario, se afianzó la utilización de la mano de obra de los indígenas en las fincas cafetaleras y algodoneras situadas en la costa sur del país.
Los hermanos indígenas de Huehuetenango —Todos Santos Cuchumatán, Soloma, Cuilco, entre otros— eran conducidos hasta la costa sur, en camiones con carrocerías de madera, viajaban parados, hombres, mujeres, niños, incluso, llevaban consigo, perros y aves de corral. Ya, instalados en la finca, se les obligaba a consumir productos básicos, en la tienda propiedad de la finca. Lo más deleznable, la forma de pesar el corte de café o algodón —recolección de los frutos—, se utilizaba discrecionalmente y a conveniencia de la finca, la tara. Estimado lector, imagínese cuánto tiempo se necesita para recolectar un quintal de algodón, en el cual participa el núcleo familiar.
Hasta donde tengo conocimiento, en pleno siglo XXI, casi no ha cambiado este proceso, tanto de paga como de recolección. Es más, el cafetalero y ganadero, gozan de beneficios del Estado —incentivos fiscales, fideicomiso apoyo financiero, crédito rural, programa de rentabilidad sustentable, etc.—, todo de los impuestos del contribuyente.
Traigo a colación un hecho histórico y catastrófico sucedido en el primer semestre del año 2024, con los agricultores de hortalizas en el occidente del país, donde por situación atmosféricas, perdieron su cultivo y cosecha, ya no pudieron pagar las deudas contraídas con bancos y cooperativas, y, el Estado jamás les tendió la mano para apoyarlos. Esto es, precisamente, el recuento de los daños de la independencia de los invasores.
Ahora, resulta que, los invadidos salimos corriendo a celebrar una independencia ajena, particularmente con antorchas, curiosamente, la llama de la libertad es atacada con bolsas, cubetas y hasta con pipas de agua. Estas acciones propias de cafres, enlutaron a varias familias, hicieron perder la paciencia a miles y miles de personas que iban corriendo, sin saber el motivo de su actividad atlética. ¡Qué raro somos los guatemaltecos! Uno o dos días, fueron suficientes para demostrar la inmoralidad, y el analfabetismo de un verdadero patriota.
¡Se necesita justicia independiente para tener un país soberano e independiente!
Arnoldo Soch Tzul
Contador Público y Auditor, asesor financiero y fiscal de pequeñas y microempresas, exalcalde comunitario, auditor social desde hace más de 25 años.
El problema de: “en el nombre de Dios”
Interpretar la voluntad de Dios, es peligroso.
Juanito se presentó con su hermano Pedrito, diciéndole: “Dice nuestro padre que vayas a traer leña al bosque”, a lo que por miedo a que su padre se enojara con él, se fue a recoger leña, al regresar con la carga, el padre le pregunta: “¿Por qué fuiste tú a traer la leña?” Pedrito responde: “Juanito me dijo que tú me mandabas”. El padre se enfureció y castigó a Juanito, por haber hablado en su nombre, pero no lo castigó por no haberse esforzado en hacer la tarea que le tocaba. Es una falta grave hablar en el nombre de otra persona.
Algunos miembros de nuestra sociedad se presentan ante otros diciendo que hablan en el nombre de Dios, y normalmente salen beneficiados, y tampoco reciben castigo por no esforzarse en sus tareas. Muchos dirigentes religiosos viven muy cómodamente sin trabajar, a expensas de la gente crédula que cree que ellos son representantes de Dios acá en la tierra.
Algunos creen inocentemente oír la voz de Dios, y lo anuncian como que fuera una profecía, pero esto se vuelve peligroso cuando piensan que la voluntad divina es el sufrimiento de otros seres humanos, que es necesario hacer guerras tildadas como santas, que son necesarios sacrificios, porque a Dios le agrada el dolor.
Otros dicen creer, pero no creen. Se han dado cuenta de que la fe del conglomerado resulta ser “buen negocio”, que les trae privilegios, alabanzas personales, estatus y mucho más. Hablan con gran convicción en el nombre de Dios, pero sin dar datos que respalden sus afirmaciones. Tienen el relato, pero no el dato. Los creyentes no exigen evidencias. Quizás ahora Pedrito buscará por su propia cuenta evidencias que respalde lo que le diga su hermano en el futuro, aunque Juanito ya se haya aprovechado de su nobleza.
Dudar es esencial, es algo benéfico, pero el que quiere que usted crea en sus mentiras le dirá que, dudar es pecado. Usted no solo puede dudar, sino que debe dudar. Aunque las afirmaciones lleguen con tanta firmeza, con tanta frecuencia, y aparentemente todos la crean. Tiene el derecho y el deber de dudar, porque esta credulidad le hace mucho daño a la sociedad.
El poder del pensamiento crítico es cuestionar, incluso, de lo que creemos que es verdad. Dudar de todo y en todo momento nos hace pensar, razonar y actuar con más equidad, bondad y responsabilidad. Se vale discutir entre amigos las ideas que flotan en la sociedad, analizando sus efectos, su origen y las intenciones de quienes las promulgan.
Creer ciegamente nos hace precisamente eso, ciegos. Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “Dudar no es de idiotas, es de sabios”.

Oswaldo Soto
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental.
Los tres lenguajes de la enseñanza universitaria
La enseñanza universitaria, decía el Papa Francisco, debe abrazar los tres lenguajes del ser humano: la cabeza, el corazón y las manos. Los jóvenes tienen que pensar lo que sienten y lo que hacen; tienen que aprender a sentir lo que hacen y lo que piensan; y hacer lo que piensan y lo que hacen. Caso contrario, se estarán formando macrocéfalos, que no son humanos. Es importante que los chicos piensen con claridad, que sientan con compasión y actúen con coherencia.
San Juan Bosco lo dijo de otra manera con las bases del Sistema Preventivo: Razón, religión y amor. Don Bosco decía que a los jóvenes hay que enseñarles a pensar y razonar los contenidos de los diferentes cursos que estudian. Hay que recordarles y hacerles conciencia de que hay un ser superior a sí mismos, llamado Dios; y que el sentido de la vida está en Dios. Que la vida del hombre y de la mujer sin Dios no tiene sentido. Por lo tanto, la religión es un medio para conocer a ese Dios que no conocen. Y por supuesto, el amor. Hay que educar con amor: la educación es cuestión del corazón, porque él no ama, no educa. Una universidad no tiene que reducir su función a solo transmitir conocimientos teóricos.
La educación que incluya a la cabeza, el corazón y las manos va a lograr transformar la personalidad del educando. Las tres dimensiones de la educación: cabeza, corazón y manos, deben caminar juntas e ir de la mano. Solo cuando estas tres partes de la educación caminen juntas, la educación dejará de ser mera transmisión de conocimientos y se convertirá en una formación integral. Cuando se educa integralmente a los jóvenes, se transforma su personalidad.
La responsabilidad de una educación que incluya los tres lenguajes que menciona el Papa Francisco, es de todos los que integran la universidad. Los que hacen las mayas curriculares, los que las ejecutan, los administrativos, los educandos, es decir, todos deben incluir la cabeza, el corazón y la acción. Tiene que pensar bien, de tal manera que la educación no se reduzca a tan solo a una educación bancaria.
Vivimos en una sociedad en donde no se sabe pensar bien. Y cuando no se piensa bien en lo que se siente, las consecuencias de las acciones son fatales. Pareciera que a muchos les gusta llenar la cabeza de conocimientos, pero son incapaces de gestionar sus propias emociones, y mucho menos las de los demás. Todos hemos caído en este bache emocional alguna vez en la vida. Es una muestra de que no solo es necesario ser instruido, sino educado.
Los jóvenes llegan a la universidad con la ilusión de aprender. Y es válida esta manera de pensar, puesto que ese es un fin de la universidad. Pero cuando ya están en el aula, hay que hacerles ver, que lo más importante de esos conocimientos es que les transformen ese corazón de piedra en un corazón de carne. Y cuando se tiene una mentalidad sana, un corazón sano, las acciones de esos chicos en la calle, en el trabajo, en sus casas, estarán llenas de humildad y respeto.
En conclusión, el fin de la universidad no es solo transmitir conocimientos. Esos conocimientos tienen que ayudarle a los jóvenes a que sientan con misericordia y que en su actuar diario sean más coherentes. Eso es lo que necesita nuestro país, Guatemala: hombres y mujeres que seamos más coherentes entre lo que decimos y hacemos.

P. Orlando Pérez
Sacerdote católico, Licenciado en Teología, Licenciado en Psicología General, catedrático universitario, con una maestría en Docencia Superior Universitaria.
Derecho a ser: saber perder con dignidad
Saber perder con dignidad no es solo ideal de certamen; es una lección de vida que trasciende pasarelas y coronas.
Quetzaltenango vive cada septiembre con emoción las veladas de elección de reinas: Señorita Deportes, Señorita Quetzaltenango y, por supuesto, la más esperada, Reina Nacional de las Fiestas de Independencia. Estas coronaciones son parte de la tradición que une a familias, amigos y a toda la Ciudad, y siempre despiertan entusiasmo, expectativas y opiniones encontradas.
Es natural que el público tenga favoritas, ya sea por amistad, familiaridad simpatía o porque consideran que determinada candidata mostró mejor desenvolvimiento. No hay problema en disentir de la decisión del jurado; la diversidad de opiniones enriquece la fiesta. Lo que no es aceptable es convertir la discrepancia en ataques personales hacia las ganadoras. Al final, solo hay una corona y el certamen exige algo que a veces olvidamos: aprender a perder.
Un ejemplo reciente lo vimos en Miss Universe México 2025, donde la ganadora fue Fátima Bosch, representante del estado de Tabasco. El momento se volvió viral en redes sociales porque, tras su coronación, solo cuatro compañeras salieron a felicitarla. Ellas fueron las representantes de Veracruz, Yucatán, Tamaulipas y Tlaxcala que se ganaron el cariño y el aplauso de los mexicanos por demostrar humildad, solidaridad y compañerismo aún en la derrota.
En Guatemala, la nueva Reina Nacional de las Fiestas de Independencia 2025 es María Paula Álvarez, representante del departamento de Guatemala. Su elección devuelve la corona a la capital después de 28 años y abre una etapa de grandes expectativas. Más allá de la belleza y el porte, se espera que su reinado marque una huella de incidencia, que impulse causas sociales, culturales y de desarrollo, que fortalezca la identidad nacional y que inspire a niñas y jóvenes a creer en su capacidad de liderazgo.
En estos tiempos de redes sociales, donde una crítica puede volverse viral en segundos, recordemos que las palabras construyen o destruyen. Saber perder con dignidad no es solo ideal de certamen; es una lección de vida que trasciende pasarelas y coronas.
Posdata: Porque todos tenemos derecho a ser respetados en la victoria y en la derrota.

Marleny Mejía Franco
Abogada y Notaria - Directora Ejecutiva de La Voz de Xela
La poesía jamás te olvidará
Aunque clínicamente la demencia nos arrebate la memoria por completo, sospecho, y quiero creer, que un ser humano seguirá sintiendo amor.
Al Club de Poesía Casa Los Altos
No tengo ninguna evidencia científica, ni algo académico, sobre cómo funcionan dos cosas: el amor y el olvido. Lo que sé de ambos lo he aprendido a través de los errores y de la poesía.
Una vez leí en una novela que el primer síntoma del Alzheimer aparece cuando el paciente tiene una palabra en la punta de la lengua, una que ha dicho muchas veces, pero que de pronto ya no recuerda cómo pronunciar. La palabra queda allí, suspendida, esperando sin nunca llegar a consumarse, como el mito de Sísifo.
Sin embargo, aunque se borren las palabras, las canciones y la función de todo lo que conocimos, y aunque clínicamente la demencia nos arrebate la memoria por completo, sospecho, y quiero creer, que un ser humano seguirá sintiendo amor.
Eso he comprendido en lo poco que he leído: que de eso se trata, al final, el oficio de hacer poesía.
Estas palabras van para los forjadores del amor y del olvido en Quetzaltenango: el Club de Poesía Casa Los Altos, que ha resistido 17 años intentando descifrar el dilema del amor, el olvido y la soledad (la soledad es un tema que no quiero abordar en esta columna, y mucho menos la suma inevitable de todos: la muerte).
Hoy, al reflexionar sobre los grandes temas que aborda la literatura, quiero desearles muchos éxitos en una nueva edición del Festival de Poesía Casa Los Altos, que se celebrará del 25 al 28 de septiembre. Les deseo lo mejor.
¿Por qué comencé hablando del olvido en esta columna? Porque lo he conocido a través de la poesía. Hay un verso que me repito cuando me estoy quedando dormido o cuando me estoy despertando. Es de la poeta española Elvira Sastre. Todavía no lo entiendo del todo, y justamente eso es lo que me gusta: buscarle, con los años, la razón de por qué siempre me conmueve cuando vuelve a mí.
"No sé dónde estás
pero sé que en el lugar que sea
estarás orgullosa de mí por olvidarte.
Te he olvidado,
amor roto.
Pero no tengas miedo
a que nadie te recuerde:
la poesía jamás te olvidará".

José J. Guzmán
José J. Guzmán (Quetzaltenango, 1993). Licenciado en Comunicación Social. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Tiene un libro de poemas publicados: “La Escena Absoluta” (2012).
OpiniónPoesía
Más allá del tabú: La sexualidad en la tercera edad y educación
La sexualidad es un derecho humano, y no tiene fecha de caducidad.
¿Creemos que la sexualidad tiene fecha de vencimiento? La mayoría de las sociedades latinoamericanas asumen que la intimidad y la sexualidad son asuntos de jóvenes, relegando a los adultos mayores a un segundo plano. La educación sexual en la tercera edad es un tema crucial que ha sido, lamentablemente, ignorado. Es hora de romper el silencio y reconocer que la salud sexual y la intimidad son componentes vitales de una vida plena y saludable a cualquier edad.
Las estadísticas mundiales demuestran que la vida sexual activa continúa en la vejez. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un porcentaje significativo de adultos mayores reporta tener una vida sexual activa y satisfactoria. Sin embargo, en países como Guatemala, este tema sigue siendo un tabú. La falta de información genera una serie de mitos y prejuicios, como que los adultos mayores no tienen deseos sexuales o que la sexualidad es exclusiva de la procreación.
Los cambios hormonales y físicos pueden afectar el deseo y la función sexual, pero no anulan la necesidad de intimidad, afecto y conexión. La educación sexual en esta etapa de la vida se vuelve fundamental para abordar estos cambios de manera informada y saludable. Asumir que los adultos mayores no necesitan educación sexual conlleva serias complicaciones, que van más allá de la intimidad.
Aumento de ITS: La creencia de que las personas mayores no contraen enfermedades de transmisión sexual (ITS) es un grave error. Los datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos muestran que las tasas de ITS, como el VIH, la sífilis y la clamidia, están en aumento entre los adultos mayores. Esto se debe, en gran parte, a la falta de uso de protección, ya que la prevención del embarazo deja de ser una preocupación.
Problemas de salud sexual: La falta de conocimiento sobre los cambios biológicos, como la sequedad vaginal en mujeres y la disfunción eréctil en hombres, puede generar frustración, ansiedad y problemas de pareja. La educación sexual proporciona información sobre cómo manejar estos cambios y buscar ayuda médica cuando sea necesario, mejorando la calidad de vida.
Soledad y depresión: La intimidad es un componente crucial de las relaciones humanas. La creencia de que la sexualidad se ha acabado puede llevar a sentimientos de vergüenza, soledad y depresión, afectando la salud mental de los adultos mayores. Promover la educación sexual ayuda a normalizar la sexualidad en la vejez y a fomentar relaciones saludables y plenas.
En la mayoría de los países latinoamericanos, la educación sexual se centra en los jóvenes y en la prevención del embarazo adolescente, ignorando por completo las necesidades de la población de la tercera edad. Los sistemas de salud y las instituciones educativas no incluyen este tema en sus programas, lo que perpetúa la desinformación y el estigma. Es imperativo que, como sociedad, abramos el diálogo sobre la sexualidad en la vejez. Debemos presionar a nuestras autoridades de salud para que implementen programas de educación sexual dirigidos a adultos mayores, que aborden temas como el consentimiento, la comunicación, el uso de protección y los cambios físicos y emocionales relacionados con la edad. La sexualidad es un derecho humano, y no tiene fecha de caducidad. Es hora de que le demos a nuestros adultos mayores las herramientas para vivir su sexualidad de manera segura, saludable y feliz.
Sara María Mendoza G.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.
OpiniónSexología
Efectos psicológicos del uso excesivo del celular
La hiperconectividad excesiva es el uso constante y desmesurado de pantallas, redes sociales y otras aplicaciones, lo cual afecta la vida normal de una persona.
El teléfono móvil se ha convertido en una herramienta que facilita la vida diaria, actualizándose y adaptándose cada vez más a nuestras necesidades y al desarrollo digital que día a día va cambiando. Si lo vemos como una herramienta, puede utilizarse para trabajar, informarse, socializar e incluso entretenerse. Sin embargo, el uso excesivo del celular está generando efectos psicológicos cada vez más visibles en la sociedad.
La hiperconectividad excesiva es el uso constante y desmesurado de pantallas, redes sociales y otras aplicaciones, lo cual afecta la vida normal de una persona y la puede llevar al aislamiento social, generando problemas de salud física y mental, así como disociación de la realidad.
En los últimos años, este problema ha preocupado a los profesionales de la salud, considerando que la hiperconectividad no solo afecta la salud individual, sino que también está modificando la forma en que la sociedad interactúa y cómo las personas se desconectan de la realidad.
Además, desarrolla otros problemas relacionados con la salud mental, como estrés digital, ansiedad y depresión. Puede provocar reacciones en la salud física, como problemas visuales, alteraciones en la postura, afecciones en manos y muñecas, y obesidad. En el ámbito académico y laboral, puede provocar falta de atención y concentración, así como déficit en la eficiencia y el rendimiento debido a las constantes interrupciones para revisar el teléfono.
Para reducir este fenómeno, es recomendable iniciar desde la infancia, aunque también aplica a los adultos, educándolos en el autocontrol del uso de medios digitales. Algunas formas de hacerlo son:
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Desactivar las notificaciones del teléfono para reducir las interrupciones.
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Establecer horarios específicos para revisar el celular.
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Crear zonas y tiempos libres de tecnología, fomentando ese tiempo para compartir e interactuar con otras personas.
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Practicar la higiene digital, evitando el uso del teléfono en horarios importantes, como al levantarse, durante reuniones o clases, en momentos para compartir en familia y antes de dormir.
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Desinstalar todas las aplicaciones innecesarias o que generen mayor ansiedad por conectarse.

Crysta Nowell
Psicóloga Industrial / Organizacional, Magíster en Gestión del Talento Humano, asesora en procesos de recursos humanos, capacitadora y especialista en reclutamiento y selección de personal.
OpiniónPsicología
Trabajo infantil, empleadores y ausencia de Estado
¿Por qué este niño estaba solo atendiendo el negocio?, ¿dónde estaban sus padres o un adulto responsable que debía protegerlo?
Hace unos días, en el sector conocido como Llanos de la Cruz, Quetzaltenango, se reportó un ataque con arma blanca en una tienda, que dio como resultado la muerte de un niño de 11 años. La sociedad se ha conmocionado debido a la crueldad con que se perpetró este crimen hacia un menor de tan corta edad.
Ante este escenario surgen varias preguntas, por ejemplo: ¿por qué este niño estaba solo atendiendo el negocio?, ¿dónde estaban sus padres o un adulto responsable que debía protegerlo? Pero esto también da lugar a reflexionar, ya que no es el único niño que está a cargo de un negocio a su corta edad. Basta con hacer un breve recorrido por las calles y avenidas de la ciudad para constatar que en muchas tiendas de barrio los encargados son menores de edad.
Derivado de lo anterior, surge otra pregunta: ¿por qué no se investiga a los empleadores o dueños de estas tiendas que contratan a menores de edad? Esto es sumamente peligroso, ya que en muchos de estos negocios se vende licor y los horarios de atención se extienden hasta altas horas de la noche. Incluso, en algunos casos, los niños duermen dentro del negocio porque no se les proporcionan condiciones mínimas de vivienda y mucho menos un salario digno, lo que prácticamente los convierte en esclavos.
Muchas personas están en desacuerdo cuando se afirma que nuestro país es un Estado fallido. Sin embargo, ¿cómo no considerarlo así cuando la institucionalidad ha desprotegido a la niñez? Las autoridades no realizan ni siquiera inspecciones para verificar las condiciones en que trabajan, y la PGN no actúa para prevenir este tipo de hechos. Este caso duele porque se perdió una vida prometedora y productiva, con sueños y una misión que cumplir en el mundo. Prácticamente, el Estado ausente le falló a este niño.

Vilma del Rosario Xicará
Con más de 20 años de experiencia en finanzas, auditoría pública, impuestos y rendición de cuentas. Docente universitaria, Contadora Publica y Auditora, y Dra. en Auditoría Gubernamental y Rendición de Cuentas y Transparencia en la función pública.
OpiniónSocial